Algunos se comen a los demás

En la revista VIVA del Domingo 27 de Septiembre de este año a fuerza de abarcar información una vez más los extremos terminaron por juntarse. Nos encontramos en primer término con un "calendario del compromiso" que la muy sensible señora Hernestina Herrera de Noble publica en su revista de su diario sobre su Fundación (Fundación Noble, por supuesto) Este calendario señala una noticia, al menos, obscena: ...8 niños menores de 5 años MUEREN POR DÍA EN ARGENTINA a causa de la DESNUTRICIÓN y más de 2.100.000 personas no tienen garantizado el acceso a una alimentación básica. - según datos extraídos del cruce de información de diferentes organismos nacionales.

En la misma revista y a modo de suplemento podemos reponernos del mal sabor que nos deja esta primera y dolorosa página leyendo el número lanzamiento del Gran Libro Clarín de la "Vida Sana", una publicación en fascículos que nos propone algunos consejos para "empezar a estar mejor hoy mismo", por ejemplo:

"- Comer bien es una gran inversión, en salud y en años de vida...llame ahora a un nutricionista y arregle una cita.

- Llevar una vida sana no quiere decir vivir a régimen. Se trata de respetar los principios de la buena nutrición, NO MATARSE DE HAMBRE.

- Conviene repartir las comidas en SEIS OCASIONES DIARIAS.

- Recuerde hacer una visita al médico. Pida un turno AHORA.

- Si está leyendo esto mientras come, deje las páginas a un lado y coma tranquilo.

- LLene la frutera, planifique la cena, préstele atención a su colchón (no ahorre en un asunto tan importante), averigüe sobre un buen profesor de yoga o de meditación, no atonte su mente con vicios legales o prohibidos. El cerebro que tenemos los seres humanos ha sido creado para hacernos más inteligentes, más justos, más entretenidos, más felices."

No tiene nada de malo que se hayan encontrado estas dos notas en un mismo lugar, ni siquiera tengo ganas de hacer una lectura tendenciosa hacia el 'Gran Diario Argentino' que revuelve esta ensalada despreocupadamente ya que tiene hoy cuestiones de intereses propios más importantes que tratar. Tampoco se puede hacer un diario o una revista con 80 páginas que hablen de la pobreza y de sus consecuencias. Ya se sabe que los que están por morirse de hambre acostumbran leer muy poco y sería papel tirado a la basura. Los pobres usan el diario para hacer fuego, o gorritos de pintor, o para limpiarse los pies cuando afuera hay barro. Calor, protección, limpieza, dicho así no parecen malas cualidades para un diario. Pero lo real es que hay que focalizar en el target adecuado, ya le dimos su espacio a los pobretones desde nuestra inmaculada Fundación ahora podemos dedicarnos a los que invertirán en comidas saludables repartidas en seis porciones diarias con dos litros de agua mineral y suplementos nutricionales pero sin matarse de hambre mientras van a la clase de yoga y a la de meditación y visitan al médico de su prepaga y al llegar a su casa llenarán la frutera, planificarán su cena y le prestarán atención a su colchón porque sus cerebros los hace más inteligentes, más justos y más entretenidos.

Qué sentido tendría dedicarle algún espacio a aquellos que ni siquiera saben lo que es una comida saludable repartida en seis porciones (pero un poco más espaciadas tal vez de una cada tres días) y que no toman agua mineral de marca por que no tienen ni siquiera agua corriente y tampoco se han encontrado nunca con un frasco de vitaminas ni suplementos nutricionales. Qué se puede esperar de aquellos que no son capaces de sostener una prepaga y que más que ninguno no quieren morirse de hambre por esa "dieta del olvido" que les obligan a seguir. Si ni siquiera se preocupan por llenar sus fruteras y a fuerza de no planificar su cena se les termina olvidando y se vas a dormir vacíos del mismo modo que se han despertado. Seguramente a la mañana siguiente les dolerá todo el cuerpo por no prestarle atención a sus colchónes e insistir en dormir sobre esos cartones roñosos y húmedos. Lo raro de todo esto es que sus cerebros también los preparaba para la inteligencia, la justicia, el entretenimiento y la felicidad pero evidentemente han elegido mal y alguien los convenció de que su lugar estaba en la primera página, como una estadística más del triste calendario. Deberán comprender, desde aquel anexo, que no todos están llamados a formar parte del "Gran libro Clarín de la Vida Sana" así como tendrán que darse cuenta de que el mundo no está pensado para todos. Hay un grupo, proporcionalmente muy pequeño, que disfruta la existencia mientras otro grupo, sustancialmente mayor, la padece. Así como el famoso "sueño americano" está construido sobre la pesadilla de otros pueblos, el bienestar de la clase privilegiada se sostiene convenientemente sobre los huesos de los que no entienden que sólo han nacido para abonar la tierra. En estos convulsionados días la industria brama y el capital pone su grito en el cielo ante el atropello permanente a su propiedad privada, mientras aquellos que están privados de propiedad se mueren en silencio.

¿De qué modelo me hablan?

"Menos recursos: El presupuesto de 2010 para el Ministerio de Salud será de 5665 millones de pesos, cifra que representa una caída del 7,1 por ciento con relación al gasto aprobado para este año.
Sindicalistas, contentos: Pese al recorte de fondos, el Ministerio de Salud deberá destinar más dinero para la Administración de Programas Especiales (APE), que otorga subsidios a las obras sociales. En 2010 se dará a los gremios 1056 millones de pesos, 93 millones de pesos más que este año." - Daniel Gallo, La Nación.-

He aquí el modelo que hay que profundizar, más fútbol, más cortina de humo, más plata para la campaña 2011, más Barbie Presidenta, más mafia sindical, menos Educación, menos Salud, menos Justicia, menos seguridad.
Entonces, cuando este gobierno autista habla de "modelo" habría que preguntarse si se refieren a un modelo estilo Belén Franchesse "de verso idiota y que dura de puro culo" o un modelo estilo Karina Jelinek "hueco y con lágrima fácil" o un modelo más cercano a Rocío Marengo "descerebrado y con la atención puesta en el billete ajeno" o quizás un modelo más parecido a Anamá Ferreyra "oscuro e inentendible". Sea cual sea ya deberíamos saber que cualquier modelo sale muy caro. En una de esas habrá que mandar "viva la joda" al 2020 y la voz 'sheseosha' del pingüino demente nos explique de qué modelo habla mientras el país se desliza cuasta abajo. Alguien les tendría que explicar a nuestros políticos que "presidente" no es sinónimo de "dueño", que no pueden hipotecar el futuro y desguasar el país a su antojo y encima ofenderse si alguien los denuncia o intenta detenerlos. Nuestro moderno Calígula está cada día más descontrolado, pero convengamos que tiene un mullido colchón de billetes donde arrojarse durante el incendio. El tema es que a nosotros no nos espera una superficie tan amigable cuando caigamos.
A los medios les han mojado la oreja y les han puesto la zanahoria adelante para que la persigan como aznos y es lo que están haciendo dedicándole hoja tras hoja y edición tras edición a este inmenso biombo que han montado para tapar una vez más la realidad. ESTE TAMPOCO ES EL TEMA CENTRAL Y URGENTE QUE DEBERÍA OCUPARNOS. ESTAMOS HABLANDO DE MAYOR INCLUSIÓN Y MAYOR LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y A LA VEZ ESTAMOS ASIGNANDO CADA VEZ MENOS DINERO A LA SALUD, A LA EDUCACIÓN Y A LA JUSTICIA. Cada día estoy más convencido de que nuestra peor epidemia no es ni el dengue ni la gripe A, a nosotros, definitivamente, nos va a matar la estupidez y la indiferencia.

Simplemente fútbol, simplemente tenis

Breve, sofocada voz debajo de la superficie.
De nada sirve, lo sé, pero no puedo dejar de decir que es, por lo menos, preocupante que los argentinos estemos tan huérfanos de motivos de orgullo que el logro particular de un futbolista o un tenista sean nuestra única ocasión para festejar. Hemos caído en la penosa tarea de recurrir al triunfo deportivo como nuestra única posibilidad de unirnos detrás de una única consigna. No creo que ir o no al mundial sea hoy una prioridad, no creo tampoco que el triunfo de Del Potro tenga la trascendencia que le han asignado, es simplemente fútbol, es simplemente tenis, tan sólo un juego que no es prioritario cuando ganamos y tampoco cuando perdemos. Podríamos entregarnos a la embriagadora sensación de la victoria si tuviéramos despejados todos los caminos, si no pesaran sobre nosotros todas las dislocaciones que nos hacen tambalear permanentemente. Pero tal vez por esa misma sensación de desprotección, de injusticia, de avasallamiento es que necesitamos una válvula de escape y el único que ofrece ese minúsculo oasis siempre es el deporte. Vivo en Tandil, fui testigo auditivo del barullo provocado por el retorno del joven héroe a esta tierra. Observo su imagen multiplicada en la pantalla como en un prisma, lo veo siendo coronado como ciudadano ilustre mientras le entregan las llaves de la ciudad. No puedo evitar preguntarme ¿no habrá nadie más que se haya ganado tal reconocimiento? ¿Es el máximo merecedor de todos los halagos en una ciudad tan grande? En un país donde ignoramos al que piensa e idolatramos al superficial, en un país donde nos convencen de que si alguien trabaja o estudia sencillamente pierde su tiempo, donde los científicos - incluso habiendo alcanzado el Premio Nobel- fueron olvidados, y hasta nos dimos el macabro lujo de ponerle un revólver en el corazón al magnífico doctor Favaloro. En un país que tiene un dios tramposo y adicto, una devoción profunda por los mediocres, una pasión sobreactuada por cuestiones sin ninguna importancia, en un país como el nuestro encontramos un pueblo que proclama la agonía permanente, el maleficio, el holocausto. Nos movemos con soltura en mitad de la catástrofe y todo está por derrumbarse a cada instante. Un país con medios canívales, con un gobierno desquiciado, con un campo voraz y devorado, una ciudadanía a la deriva, periodistas mercenarios, políticos buitres, justicia ciega y sorda y muda y paralítica. Un país donde se comercia con la vida y con el hambre, con la salud y la desesperación, donde todo es moneda de cambio y la pobreza es un espectáculo obsceno y recurrente. Acá, en nuestro país, hoy lloramos emocionados porque un muchacho adolescente y millonario regresa con un triunfo que no nos pertence, aunque quiera compartirlo, no nos pertenece. En nada nos cambia, en nada nos mejora, en nada nos alivia. Pero somos tan afectos a las cortinas de humo que sonreímos felices como niños y enarbolamos con orgullo una bandera que en otras circustancias más importantes no hemos sabido defender.

Fiebre Amarilla

Una epidemia singular se ha encargado de infectar progresivamente a los diferentes medios de comunicación audiovisual con singular éxito. Es una fiebre que provoca una inusitada sed de sangre y un particular agrado por las escenas de violencia y los informes morbosos sobre los personajes marginados de la sociedad.
Ahora que está en plena ebullición la discusión sobre la nueva Ley de Medios impulsada por el gobierno Nacional, sería interesante comenzar con la elaboración al mismo tiempo de una vacuna eficaz contra este amarillismo furioso que se disfraza de información periodística jugada y profunda. Resulta imperioso legislar también sobre los contenidos para evitar que se recurra a la violencia y a la burla despiadada como relleno regular de una enorme cantidad de programas que se escudan en su carácter "popular". Estos programas pretenden convencernos de que 30 puntos de raiting representan a TODA la gente, es decir que para ellos tres millones de personas son TODO EL PUEBLO ARGENTINO. Estos lamentables divertimentos recurren permanentemente a la exposición descarnada del idiota del pueblo, lo exhiben para regocijo de una ciudadanía que se ríe hasta el ahogo con sus miserias. Nos han ido acostumbrando a que las formas de promoción de los "nuevos artistas" son el escándalo, la violencia, la pelea absurda y la discusión hueca. Programas que se autoproclaman "periodísticos" o de "espectáculos" se ofrecen como vidriera de personajes lamentables que, a falta de todo talento, se arrastran al nivel más bajo revolcándose sin vergüenza en su propia mediocridad.
De esta manera vemos a un sobreactuado Jorge Rial dando lecciones de periodismo mientras busca en la basura, a Chiche y su triste espectáculo de variedades y vajezas, a Tinelli y su degradación sin límites en pos del espectáculo, a Grondona y su placer histérico por las botas y los uniformes, a Luis Majul y su inofensiva cornisa cada vez más cerca del suelo, a Hadad y su proclama permanente de ultra derecha, a Crónica TV y su caldo espeso de "sangre y justicia por mano propia" y a los muy redituables informes sobre las nuevas estrellas televisivas: drogadictos, delincuentes, borrachos, cartoneros y presos a los que ya no queda nada por preguntarles.
A fuerza de ser justos debemos aclarar que nada de esto es un invento argentino, la burla, la violencia, la exposición de la idiotez como una gracia son recursos cada vez más utilizados por las televisoras de todo el mundo, mayoritariamente por los mal llamados "reality show".
Nada menos real, nada más artificial y vulgarmente guionado que un reality. La intención de estos shows queda claramente expresada sin reparos en sus promociones donde, en la búsqueda de nuevos talentos de la canción por ejemplo, la propaganda expone a aquellos que han hecho un papel lamentable y hasta los mismos 'jurados' se ríen a carcajadas de ellos.
Nuestra aldea necesita más que nunca de los bufones, quizás para que nos arranquen por un momento de nuestra persistente infelicidad tratando de abofetear a aquellos que SON PEORES QUE NOSOTROS. Es nuestra anónima posibilidad de burlarnos de otro sin que nos vean.
Es, también, una mínima respuesta frente al hecho de que se han burlado de nosotros durante todo el día: en nuestro trabajo, en la calle, con los impuestos, con la impunidad del delincuente, con la soberbia y desfachatez de los gobernantes, con la usurpación de nuestros pobres bolsillos, con la ley para unos pocos, con la subestimación de nuestro criterio. Entonces, el benévolo televisor nos ofrece la modesta revancha, dulce como el almíbar de los dioses. Ahí está el idiota de turno, que puede ser una vedette con boca de letrina o bien un travesti anciano con debilidad mental – eso no importa – para que nos descostillemos en nuestro cómodo sillón o nos sequemos las lágrimas con el borde de la sábana. Sólo así nos es posible conciliar el sueño y dormirnos pensando que dentro de esa caja viven y mueren todos nuestros temores.
No considero eficiente el exorcismo.
Nuestros demonios despertarán junto a nosotros como cada día, volveremos a ganar la calle para apiñarnos en colas desesperantes, viajar como reses al matadero, mendigar el sueldo mezquino, soportar la queja injusta y la prepotencia, pagar mucho por aquello que vale poco, lidiar con la sentencia del espejo que no tiene la delicadeza de mentirnos, comer sin hablarnos y regresar a la trinchera donde esperaremos, ensayando la sonrisa, a que asome su cabeza el próximo bufón.

Mentime que me gusta

Las huestes de la señora Hernestina - gente fina y sobre todo Noble - han salido desesperadamente a expresar su horror y estupor frente al violento avance sobre sus legítimos derechos a tenerlo todo sin que los molesten. Claro que ellos ahora echan mano a los polvorientos disfraces de ovejitas desprotegidas y recuperan olvidados estandartes de libertad y comunicación.
El grupo Clarín se preocupa en difundir la idea de que participa en un mercado altamente competitivo y que pelea su liderazgo con otros medios gráficos poderosísimos como los diarios Crítica, Buenos Aires Herald, Bae o Miradas al Sur.
El tema del monopolio cuya definición se discute no creo que se refiera, siquiera, al hecho físico de la posesión de una estructura informativa dentro de una red de medios. No se debería pensar en "edificios" sino en intereses económicos que condicionan la información. El origen de esa información es la misma, el poder económico condiciona el discurso que viene siempre del mismo sector aunque no provenga del mismo "edificio" o del mismo "grupo".
Lo que se debe rescatar es la necesidad de que otros actores sociales tengan la posibilidad concreta de hacer oir su voz dentro de un contexto verdaderamente competitivo.
Por otro lado resulta imprescindible que lo que hoy es un monopolio económico no se convierta mañana en un monopolio politico. En toda esta discución es de suma importancia el tratamiento del tema en el ambiente educativo. Educar en comunicación, educar en derecho a la información, educar en análisis del discurso, EDUCAR para que el receptor de los diferentes mensajes tenga herramientas para discernir y analizar.
Es interesante la discución así como es auspicioso que se trate el tema después de tantos años aunque sea con la torpeza característica de nuestra clase política cerrada e improvisada como demuestran hasta el cansancio algunos de sus exponentes.
Yo no puedo ni pretendo autoproclamarme "anti kirchnerista" porque no considero saludable ser 'anti alguien' (salvo evidentes excepciones que no vale la pena enumerar), ya que esta actitud nos predispone a la negación de todo lo que provenga del personaje combatido aún a riesgo de rechazar una buena iniciativa. Prefiero contraponer ideas que descalificar de ante mano. Me parece que, en principio, este debate debería dejar expuesta la necesidad de que se opine con conocimiento, que se analice, que se reconozcan las verdades de las diferentes partes interesadas, que se desmenuce la información en profundidad.
Lo cierto es que no hay santos en esta procesión, el gobierno se ha condenado a la permanente sospecha por su accionar arrebatado y enfermizo. Resulta difícil creerle. Enfrente están los grandes grupos económicos - tanto del campo como de los multimedios, que intentan convencernos de sus buenas intenciones y su recto y objetivo proceder en pos del bienestar general.
Resulta ser que nuestra historia nos promete la sospecha, nos pone sobre aviso del posible negociado disfrazado de impecables intenciones, nos han predispuesto a pensar que siempre hay algo oscuro detrás, que después de lo malo conocido viene algo aún peor.
Ojalá que el resultado de esta disputa sea un reparto más justo de las posibilidades de participación en el proceso comunicacional, más democracia y mayor pluralidad y federalismo. Y no nos dejemos impresionar por datos numéricos que disfrazan una realidad contundente: si hay diez monedas y diez personas para repartirlas las estadísticas se encargarán de decirnos que cada persona tiene una moneda aunque en verdad una de ellas tenga seis y otra se quede con las cuatro restantes.
Por último me interesa destacar que en uno de los ángeles heridos de esta confrontación, el diario Clarín, cuando publica textuales "opiniones" sobre el proyecto de ley de medios SÓLO DESTACA AQUELLAS QUE ESTÁN EN CONTRA, no aparece ni una sóla voz a favor de la iniciativa. Eso no es democrático, eso no es información imparcial, ese no es un medio que no responda a ningún interés político, ese no es un ejemplo de LO PREFERIBLE hacia el futuro.
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Si gustan pueden pasar también por: http://www.tandildiario.com/noticias/Locales/2363:3/Parir-la-Ley-de-Medios-Audiovisuales.html de mi amiga y colega Andrea Rossetti.-

¿Son o se hacen?

En un artículo de la revista VIVA del domingo 12 de Julio de 2009 resaltan el "fenómeno" mundial de la llamada cocina molecular. Como me pasé el día acarreando hojas en el hormiguero y ahora tengo un rato libre mientras la reina duerme la siesta, aprovecho para pensar en el grado de estupidez al que pueden llegar las personas adineradas por intentar ser diferentes y alejarse cada vez más de los miserables mortales. Están dispuestos a creer de buena gana cualquier idiotez y a consumir diversos productos no por su calidad sino por su rareza y por su precio exorbitante.
En la entrevista se elogia hasta el cansancio a un personaje catalogado como "el mejor chef del mundo" quien me parece que les toma el pelo a sus comensales con platos intitulados 'Aire helado de parmesano' 'Papel de algodón de azúcar con piñones tiernos' 'Coral de chocolate con piedras pepitas' o 'Globos de agua de rosas con toques y sopa de lichis'. El cronista se preocupa en detallar que esta cocina molecular es una "suerte de gastronomía científica en la que se aplican datos de laboratorio a la preparación de platos sofisticadísimos". El chef en cuestión es Ferrán Adriá quien debe quedarse en la cocina llorando de risa mientras mira la cara de los parroquianos cuando tratan de morder una 'Cúpula de gorgonzola' o tratan de averiguar si al 'Papel de flores con pétalos del día" se lo puede pinchar con el tenedor o hay que chuparlo directamente. En Barcelona lo idolatran y seguramente los millonarios del mundo hacen reservaciones costosísimas en su coqueto y exclusivo restaurante 'ElBulli' que da al mar y abre sólo 6 meses al año. El resto del tiempo parece ser que el bueno de Ferrán trata de ver como puede inflar una alcachofa con helio y atársela a un raviol de sésamo mientras una almeja hace equlibrio sobre un spaghetti de hiervas congeladas del Cáucaso. Este es - sin lugar a dudas - el menú más adecuado si uno decide vivir en el Apolo XIII pero aquí en la generosa tierra que nos brinda una amplia gama de alimentos con nombres más cortos y sabores más profundos yo no soy capáz de reemplazar un guiso de lentejas con chorizo colorado por el muy molecular 'Aire de zanahoria con leche amarga de coco'. A este hombre pequeño, que ha descubierto una de las tantas formas de desplumar millonarios, a algunos les gusta llamarlo "dios" o "genio" (ya sabemos de sobra a qué clase de personajes ultimamente les llamamos "dios" o "genio") y cuenta con la admiración de la críticos internacionales quienes lo han coronado durante cinco años seguidos como el rey de los cocineros. Justo es decir que cada uno puede dilapidar su dinero como guste y comerse las porquerías más exóticas que imagine, pero me gustaría dejarles una anécdota que se detalla en la misma nota y que resume el espíritu de esta fantochada: En 1998 este magnífico chef presentó una copa alta con tres capas. En la primera cebollas confitadas, en la segunda yema de huevo tibia y en la de arriba espuma de papas. La instrucción era precisa "hundir la cucharita hasta el fondo y recoger un trozo de cada capa". Al llegar a la boca, el comensal tenía el sabor de la popular ¡tortilla de papas! PERO POR QUÉ DEMONIOS NO ME TRÁES LA AUTÉNTICA TORTILLA COMO DIOS (NO TÚ, EL OTRO) MANDA Y DISPONE !!!!
En fin sobre gustos dicen que nada está escrito, así que habiendo terminado mi descanso me voy a seguir arrastrando hojas que acá en el hormiguero no nos vá eso de la moléculas que se tragan.

Un millón de amigos

Epifanía se le llama a las verdades reveladas, esa especie de flash que nos enceguece por un momento para dejarnos ver sólo una cosa, la que verdaderamente importa. No creo que ésto que veo ahora sea una epifanía pero observo en el medio de esta nebulosa de luces y sombras el deseo de ser el centro de las miradas que nos ha atrapado a casi todos, laboriosos en construir un microuniverso de éxito aparente en donde al mejor estilo de Roberto Carlos pretendemos la posibilidad de tener un millón de amigos. Vengo de visitar un blog de un personaje conocido que se presenta como filósofo. Escribe en diferentes medios y da algunos cursos. Pero lo que me detuve a mirar cuando estalló el relámpago esclarecedor fue que contaba con varias ventanitas que lo exhibían sonriente en diferentes "comunidades virtuales" esa novedosa multitud de 'nadies' que deambulan en la nada sin rozarse. Invitaba desde allí con un simpático "Hazte fan" a quien quisiera engrosar la lista de trofeos inmateriales. Exponía una vitrina con más de 350 "seguidores" que tal vez no lo sigan (como el graffitti de amor que dura más que el amor que proclama). También sus cursos y talleres contaban con más de 480 "fans" si el término le cabe a un taller de lo que sea. También exponía los diminutos retratos de los más de 190 seguidores de Facebook y otros tantos sitios de desencuentros. Lo curioso es que sus artículos tenían 5 comentarios, 2 o simplemente ninguno.
Allí donde la figurita habla no había voz. Un grito al vacío esperando la respuesta del eco que no llega jamás.
Por qué, entonces, esa fascinación por el número y no por la carne, porque esa carrera voraz por recolectar 'Niks' a mansalva si después detrás de la máscara no hay nada.
Todo ésto viene a explicar -con mi torpeza habitual- el motivo de la construcción de este nuevo refugio. Algunos me advirtieron de la posibilidad de que aquí no me leyera nadie y no hicieron más que terminar de convencerme. Que estén sólo los que quieran estar si "estar" es un termino aplicable en esta dimensión incierta. Ha venido gente muy querida, he logrado despejar mi antiguo aparador de retratos que ya no reconocía, se fueron acumulando más de 150 "amigos" de los cuales no sabía casi nada, y finalmente se han quedado aquellos que "van llegando" a este lugar porque siempre fue de ellos. Son los mal llamados "seguidores" porque uno sigue a quien conoce el rumbo y no es éste el caso.
Por eso el impertinente nombre de "El pedo de la hormiga", porque esa es la dimensión que ocupa el pensamiento en estos tiempos de vertiginosa estupidez. Una expresión diminuta, inaudible, para unos pocos (como debe ser).-

Ab-origen

De inmediato comprendió que estaba sólo
y juzgó necesario el reparo de la carne.
Con la primera lluvia, entregó su memoria al sacrificio de la fiebre
y aquella piadosa hoguera lo consumió en el horror y el sueño.
Despertó con el nombre de un dios temblándole en los labios,
talló en la piedra la figura que había soñado;
escribió -también- tres palabras que no conocía y se sentó a esperar,
hasta que su sombra se filtró entre las grietas de la tierra.
Aquel recinto infinito se había tragado su esencia,
abrazado por la sed que produce el tiempo que se multiplica y se deshace.
Ahora, invadido por la paz y un sentimiento superior a la tristeza,
entregó su piel y su sangre como ofrenda a aquel dios
que tenía su rostro y sus miserias.

Lo que no puedo entender

Lo que no puedo entender es la sorpresa.
Qué es lo que nos resulta tan raro después de todo. Parece que nuestra vida es una sucesión de holocaustos que nos suceden a pesar nuestro. Es hora de que nos demos cuenta de que los gobiernos no se imponen por generación espontánea, son nuestro más cruel y déspota espejo. TENEMOS LOS GOBIERNOS QUE TENEMOS PORQUE SOMOS EL PUEBLO QUE SOMOS. Tampoco existe una importación de jóvenes que llegan al país en prolijos containers que se apilan en el puerto y son arrojados al mercado cada 10 años. Nuestros jóvenes son NUESTROS y cada vez más nuestros. Disfrazados de lágrimas o de serpientes no son más que los mismos que alguna vez fuimos con el miedo visceral a dar un paso más, lanzando golpes para no ser golpeados, deseando ser invisibles para que no dejen de mirarnos.
Lo que no puedo entender es la sorpresa.
Y lo que no puedo soportar es a los idiotas que se creen que escribir poemas es apilar palabras que suenen parecidas o dedicar toda su mediocridad a rimar infinitivos. Nadie los obliga a ser poetas, hagan el favor de beneficiarnos con la ausencia de sus estúpidas composiciones.