viernes, 9 de octubre de 2009

La culpa no es del chancho

Observo a través de los titulares de algunas noticias que los medios se hacen eco de aquello que los políticos creen de todo corazón (si es que cuentan con ese órgano) : que el país es enteramente suyo y que el dinero de la gente es su propio dinero y pueden hacer con él lo que les plazca. No nos quejemos de que la presidenta quiera anexar 8 aviones más a su flota personal sin decir quiénes viajarán ni para qué o que no quieran dar explicaciones de las decenas de miles de millones que pretenden administrar como gastos reservados, si después terminamos titulando alegremente:
"Scioli buscará endeudarse por $ 10.600 millones en 2010"
como anuncia el periodista Pablo Morosi en una nota del diario La Nación del 09/10/09.
Se me ocurre pensar que es más apropiado decir que Scioli pretende ENDEUDAR A LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES (NI SIQIUIERA SU PROVINCIA) por $ 10.600 millones.
A no ser que el obsecuente gobernador haya anunciado que firmará un pagaré con su nombre y yo no esté enterado. Este es un error muy común que también comenten los sectores del pueblo que creen beneficiarse con alguna obra "que hizo el gobernador" o que "hizo el presidente" (¿recuerdan aquel lamentable jingle "Menem lo hizo"?) Es frecuente escuchar a una emocionada madre diciendo "esta casa me la hizo el gobernador, me la dió el intendente, me la construyó el presidente" o "el presidente donó..." Este es el primer escalón de una extensa escalera que nos lleva a chocarnos con un techo cada vez más bajo. NINGÚN POLÍTICO NI CONSTRUYE, NI FINANCIA NI REGALA NADA PORQUE NO SON SUS BIENES LOS QUE MANEJA !!!! La mejor prueba la tenemos al comprobar que mientras el patrimonio del país desaparece el de los políticos no deja de crecer, señal clara de que estamos hablando de cuentas diferentes.
EL GOBERNADOR NO SE METE LA MANO EN EL BOLSILLO A NO SER QUE SEA PARA GUARDARSE ALGÚN VUELTO O REGRESAR EL PAÑUELO HÚMEDO DESPUÉS QUE LO LLAMA KIRCHNER PARA APRETARLO.
Los dirigentes locales o nacionales - concejales, intendentes, gobernadores, ministros, presidentes - son simples (o complejos) administradores de los bienes públicos. No se endeudan ellos, no regalan ellos, no construyen ellos. Por otra parte creo justo aclarar algo que se nos pierde de vista en medio de tanta maleza: HACER ES SU OBLIGACIÓN NO UN GESTO DE BUENA VOLUNTAD, UNA OPCIÓN, UNA GAUCHADA. Para eso gobiernan, para hacer que las obras se realicen. Volviendo a un punto del artículo anterior "ta lenta Argentina", insisto en que no pequemos de ingenuos y empecemos a dar vuelta el protocolo, DEJEMOS DE FESTEJAR ANUNCIOS Y CELEBREMOS CONCRESIONES, NO DESCORCHEMOS 'CHAMPÁN' (O SIDRA SEGÚN EL PARTIDO) CUANDO UNA FÓRMULA GANA UNA ELECCIÓN PORQUE TODAVÍA NO HAN HECHO NADA MÁS QUE ASEGURARSE LA CAJA GRANDE DEL PAÍS. Celebremos cuando terminan si han hecho un buen gobierno que no es más que su obligación. En ninguna empresa festejan el ingreso de nadie ni organizan un agasajo cada vez que uno cumple con su tarea (es más, frecuentemente lo ignoran abiertamente) demás está decir que uno debe lograr el ingreso a una empresa a través de una exhaustiva selección y gracias a su currículum y no por elecciones abiertas centradas en una competencia de mentiras. A los políticos, que aspiran a llegar a formar "el ejecutivo" de la empresa más importante que es la Nación no les pedimos antecedentes, algunos entran escondidos en listas sábanas (que son cada vez de peor calidad mezcla de nylon con algodón) otros abiertamente exponen sus prontuarios con una sonrisa y algunos casos extremos se dirigen a sus seguidores directamente por teléfono desde la cárcel como el caso del bueno de Patti. En fin, si estamos dispuestos a adjudicarles la potestad de nuestro dinero, la tenencia de nuestras tierras, el libre albedrío sobre todo lo que es del pueblo, entonces después no nos quejemos si el lobo a quien le confiamos el cuidado de nuestras gallinas nos deja sólo con el alambrado y la plumas.

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